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Parque Nacional de Tarangire, situado en el norte de Tanzania, debe su nombre al río del mismo nombre que lo atraviesa y ocupa una superficie de 2.600 kilómetros cuadrados. Más pequeño que el Serengeti, ofrece una impresionante riqueza faunística en un entorno de ensueño, dominado por colinas de granito, antiguos valles fluviales, bosques de acacias, baobabs gigantes y pantanos estacionales que podrá admirar en nuestros
safari de lujo en Tanzania.
El río, durante la estación seca, al ser la única fuente permanente de agua dulce, provoca flujos migratorios tan masivos que representa la mayor concentración de fauna salvaje de todos los parques de Tanzania.
Durante el apogeo de la migración, de junio a octubre, el paisaje se puebla de cientos de especies de animales diferentes: ñus, cebras, jirafas, búfalos, kudús, avestruces, impalas, gacelas de Thomson y antílopes crean un movimiento continuo por la hierba de la sabana, mientras leones y leopardos descansan en las ramas de los árboles salchicha. Los termiteros en desuso suelen ser frecuentados por colonias de simpáticas mangostas enanas y parejas de lechuzas comunes que llaman la atención con su ruidoso dúo, similar al sonido de un reloj.
Las marismas, teñidas de verde casi todo el año, albergan más especies de aves nidificantes que cualquier otro hábitat del planeta. Se puede observar desde la avutarda de Kori, el ave voladora más pesada, hasta el avestruz cabezón, el ave más grande del mundo, pasando por el tejedor de cola roja o el estornino ceniciento...
Único lugar de Tanzania donde suelen verse antílopes poco comunes, como el majestuoso oryx de orejas con flecos y el gerenuk de cuello largo, el Parque Nacional de Tarangire es un paraíso para los elefantes. Las mayores manadas de África oriental viven en esta zona, tanto en la estación húmeda como en la seca. Antes de las lluvias, se pueden avistar a diario grupos de cien o más paquidermos, y algunos incluso a muy corta distancia.
También es uno de los mejores lugares del mundo para admirar los espectaculares baobabs. Llamados árboles de la vida, estos "gigantes", que pueden alcanzar una altura de 25-30 metros, con un tronco de 11 metros de diámetro, tienen la particularidad de recoger hasta 32.000 litros de agua. Esta capacidad es especialmente útil tanto para los elefantes como para los pueblos indígenas durante la época de sequía. Sus frutos, muy apreciados por los babuinos y otros monos, tienen una importancia fundamental para las tribus locales, que obtienen de ellos alimentos y medicinas.
Patrimonio intacto de encantadora belleza y valor, el Parque Nacional de Tarangire, con sus gigantes comparativos (elefantes y baobabs), es un auténtico icono del continente africano y una parada popular para quienes viajan en el circuito de safaris del norte hacia Ngorongoro y el Serengeti.